El factor decisivo no son los patógenos que nos atacan, sino lo fuertes que son nuestras defensas.
Un resfriado, una tos, un dolor de garganta: estar siempre resfriado es una abominación. Al mismo tiempo, es una indicación de que algo está desequilibrado y que debemos reforzar nuestro “castillo inmunológico” para alejar y eliminar a los atacantes.
Por lo tanto, influimos en que seamos susceptibles a los virus y bacterias o resistentes. Caminar o correr al aire libre, alternar las duchas y hacer muchos otros ejercicios son importantes para fortalecer el sistema inmunitario. Una clave importante es también la dieta adecuada.
Por lo tanto, a continuación se presenta un resumen de qué alimentos contienen qué vitaminas.